En la profundidad de la noche,
se desata la pasión,
dormida hasta ese momento,
en que vibran los dos.
Como único testigo,
la luna,
majestuosa y muda,
que luce sus mejores galas,
expectante,
como temiendo un delito.
Refugiados,
cada uno en el otro,
piel con piel,
el deseo les embriaga,
una y otra vez,
hasta que,
bajo la puerta intuyen,
un nuevo amanecer.
De LOS VERSOS DE MI PLUMA (2015)
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FOUAD (miércoles, 06 marzo 2019 23:10)
Maravilloso sin mas!!!