Aquí me encuentro,
esperándote hasta el amanecer,
hasta la semana que viene,
hasta el infinito.
Sin poder rehacer mi vida,
sigo esperándote,
sin fin, sin tregüa,
a que vuelvas,
aunque me duela.
Sigo esperando esos besos, esas caricias,
que te llevaste,
y que jamás volverán,
así, continúo esperándote,
toda la eternidad.